De vez en cuando, asisto a ferias de artesanía, exposiciones de vendedores y conferencias para mostrar mis artículos de agenda. A menudo, alguien pasa por mi mesa y comenta educadamente que no necesita una agenda porque está jubilado. Sonrío y asiento. Sin embargo, creo que es importante tener una agenda incluso durante la jubilación. Aquí hay tres razones por las que es así:
1. Organización financiera : Incluso en la jubilación, las facturas deben seguir gestionándose. Un planificador ayuda a organizar las finanzas y a llevar un registro de las fechas de vencimiento. Esto es especialmente importante ya que la memoria puede no ser tan aguda como antes, por lo que un planificador es fundamental para recordar la información financiera.
2. Bienestar personal : Un planificador puede ayudar a mantener el bienestar personal. Durante la jubilación, es fundamental pensar en la dieta y las actividades. Por ejemplo, las necesidades dietéticas suelen cambiar con la edad. Cuando era más joven, tenía una mayor tolerancia a las comidas picantes, pero esto ha cambiado con la edad. Un planificador puede ayudar a realizar un seguimiento de estos cambios y garantizar que mantenga la salud y la vitalidad controlando lo que come y cómo pasa el tiempo.
3. Estructura diaria : Un planificador le da estructura a su día. Mi madre, que está jubilada, a menudo me dice que es fácil perder el tiempo sin un plan. Un planificador le ayuda a asegurarse de tener tiempo para actividades importantes, como visitar a la familia, viajar o dedicarse a pasatiempos que no pudo hacer durante sus años de trabajo o de "criar una familia". Estructurar su día puede evitar la sensación de perder el tiempo y le ayudará a aprovechar al máximo su jubilación.
En resumen, aunque un jubilado no necesite una agenda gruesa con muchas páginas, incluso una agenda sencilla puede resultar muy beneficiosa, ya que le permite organizar sus finanzas, cuidar su salud y estructurar sus días para aprovechar al máximo sus años de jubilación.